sábado, 19 de marzo de 2011

Fernando Belaunde Terry visitó Jumbilla,Capital de la Provincia de Bongará,en Amazonas-Perú.




Autor: Magno Castañeda López.
En el mes de mayo de 1 962, el Arquitecto Femando Belaúnde Terry salió del pueblo de Jazán rumbo a Jumbilla, capital de Bongará, uno de los pueblitos más remotos del Perú. Un día antes, desde Jumbilla, llegó a Jazán una comisión compuesta por los señores Julio Guadalupe Morí y Elias Daza Pinedo ,ambos fallecidos; conduciendo 5 acémilas para llevarles por camino de herradura a los visitantes: arquitecto Fernando Belaúnde Terry, Ing. Nicolás Hurtado Burga, Dr. Schuwalb López Aldana, señor Carlos Mármol Rato, quien usaba pierna ortopédica y el PIP Carlos Aliaga Silva.
Las acémilas fueron prestadas por los vecinos :Jesús Rojas Zegarra , 2 mulos; Víctor Chávez Torrejón, 1 caballo; Marcial Rubio Castañeda otro caballo (todos fallecidos), Manuel Bacalla Puerta, (vivo aún), otro caballo más .Desafiando la distancia, las exigencias climáticas de la zona y la época, que era de lluvia, la comitiva partió de Jazán a las 7 de la mañana por aquella senda escabrosa y serpenteante, bajo la magistral dirección de los guías. Después de una zigzagueante caminata, coronaron la agreste y soberbia montaña de Añacaja, logrando hábilmente capear los despeñaderos, los abismales de Llygllyhuayco y la gélida cima del Chiriaco, encontrándose aquí con el horizonte cerrado a toda luz, dominado por una densa neblina que les vedó la oportunidad de columbrar la belleza de aquel paraje; aunándose a todo ello el accionar espontáneo de casi todos los fenómenos naturales.
La temible granizada, no se hizo esperar. Apareció como para saludar y tentar el coraje a los nobles políticos. Al comprobar la peligrosa realidad de este tramo del camino, amenazado por la furia natural de la lluvia y el viento inclemente, del bosque alto andino; al iniciar la propia travesía de Chaupimonte, el Arq. Belaúnde se apeó y cruzó a pie, ayudado por un bastón improvisado, dado a lo peligroso que resultaba cabalgar en ese espacio boscoso, frígido y totalmente fangoso, de lluvias permanentes todo el año. Salvada esta etapa, pasaron sucesivamente el pico de Santa Cruz, sitio más alto del camino (3,600 m.s.n.m.), Duende Huayco, Cóndor Cucha, Rabija, Chiquero, Cachimayo y el valle de Panlaya. Luego de cruzar el puente del mismo nombre y después de 15 horas de viaje agotador, arribaron a Jumbilla por el abra del cerro Canchy, asomando entre los matorrales de la estancia de Huayraticrana. Tocaron la plaza de armas usando como acceso el legendario jirón Comercio. Todos tenían la ropa totalmente mojada. Cansados físicamente pero con la moral bien alta. Ansiosos de ofrecernos su incomparable mensaje de paz y amor, llena de esperanza, alentadoras y gran visión de futuro. Todo el día la lluvia fue la inseparable compañía. A la entrada de la ciudad, fueron recibidos por una comisión adhoc integrado por los ciudadanos Manuel Reyes Huamán Mori, Marcial Rubio Castañeda, Celso Efraín López Vargas, Víctor Chávez Torrejón, Jesús Rojas Zegarra, Vidal Tafur Mosilot, Anaximandro Cáceres Zabarburú, Herminio Julián López, Lindaura Santillán de Huamán,todos ellos fallecidos, Arturo Guadalupe Morí, Manuel Bacalla Puerta, Rafael Julián López, Alfonso Gonzáles Chapa, Adela López Vargas,Oscar Zamora Burga.
El ilustre visitante, acompañado por su comitiva se dirigió a la casa del señor Toribio López Lucero donde se alojó. Aquí se le hizo una significativa recepción. Por aquel entonces Rosario Guadalupe Huamán, a través de un florido y sintético discurso, expresó el saludo y dio la bienvenida. En representación del pueblo, el profesor Celso Efraín López Vargas hizo llegar su discurso protocolar, de estilo, agradeciendo por tan peculiar hazaña (visita), cerrando el acto con la entrega de un ramo de flores por la señorita mencionada, preparada por las demás profesoras: Adela López Vargas; Bertha López Vargas, Consuelo Hurtado de López y Sofía Alvarado de Chávez.
Como es de imaginar, los visitantes despertaron mucho entusiasmo y alegría en el corazón de los jumbillanos; se sirvieron sendas copitas de bota frío, compuesto a base de cañazo; se prendió la vitriola. Adela López Vargas se animó a sacarle de pareja al Arquitecto y él afirmó de que no podía bailar, porque estaba tiritando de frío y con la ropa mojada. Ante esta situación, el señor. Toribio López Lucero proporcionó una camisa y un pantalón para el arquitecto. La camisa pasó inadvertida porque encima se cubría con un poncho de lana. El pantalón le quedó cerca de la rodilla. Entonces se buscó otro que se acerque a la talla del visitante, se consiguió el pantalón más grande que no lo usaba el señor Celso López Vargas, prenda que le talló y con ella amaneció. De igual manera, se atendió e los demás acompañantes; todos corrían la misma suerte. Para cambiarse de ropa al siguiente día, esa misma noche mientras los correligionarios festejaban la visita, las señoras Natividad Tuiquipín, Aurora Vargas de López (fallecidas) y la Señorita Gilda Rojas López secaban la ropa del arquitecto y la de sus compañeros, a fuego lento, en el homo de asar panes. Con el apoyo de 3 planchas a carbón de leña, con el mayor celo y esmero posible, a fin de no quemar y malograr la ropa las secaron y plancharon. Al día siguiente de sus llegadas, siendo las 8 de la mañana, el arquitecto visitó la iglesia del pueblo y oró durante 40 minutos. Visitó la Municipalidad y a las 9 AM.,desde un ángulo de la plaza central, dirigió su genial e histórico discurso ante la presencia de casi todo el pueblo. Allí ofreció, si lograba ser Presidente, la construcción de una carretera que le conecte a Jumbilla con los pueblos del Perú; porque él, en carne propia, saboreó la crudeza del camino y el aislamiento espantoso en que nos encontrábamos. Cumplida su visita a esta ciudad, por el mismo sendero que les hizo llegar, el arquitecto y sus seguidores, se regresaron a Jazán.
El 6 de Junio 1967, el Arq. Belaúnde llegó por segunda vez a Jumbilla.En esta oportunidad como Presidente del Perú para inaugurar la carretera que ofertó en 1962. Desde esta fecha Jumbilla experimentó un cambio sustancial en los aspectos social, cultural y económico. Se dio, como es de suponer, el gran fenómeno migratorio. Los carros desplazaron a los equinos, otrora agentes indispensables del transporte pesado, de carga y pasajeros, quedando éstos relegados a un segundo plano, simplemente para abastecer a las fábricas de embutidos de Pacanga y Pacanguilla,enTrujillo y ocasionalmente algunas carnicerías de la región.
La vialidad abrió las puertas del progreso e integración a todos los pueblos de Bongará y aún a la zona del Alto Imaza, secularmente olvidados por todos los gobiernos que pasaron, debido a su lejanía e inaccesibilidad. Ahora, gracias al arquitecto Belaúnde (Que en Paz Descanse) desde el incontrastable e ignoto pueblito de Goncha (Asunción) los parroquianos pueden salir en automóvil a la Costa, Sierra o Selva peruanas. Lo más gracioso del nuevo siglo, en esta zona, es que ningún transeúnte quiere desplazarse un solo kilometro a pie o a lomo de caballo ,salvo a la chacra. Tampoco quieren viajar en camionetas o camión; todos se desplazan en automóviles y al compás de un tema musical, de actualidad, pues de lo contrario, ponen la cara de pocos amigos.
De esta primera histórica visita quedan algunas anécdotas, verbigracia:
1. El día en que llegaba el arquitecto a Jumbilla, un grupo de opositores apristas colocaron más de una decena de velas ante el Señor Crucificado; se llamó a los chamanes más destacados del lugar a fin de que, a través de sus macumbas, se evitara la llegada de los caballeros de la costa. Es así qué, ese día llovió como nunca antes visto en Jumbilla y toda la zona.
2. Al llegar ,los viajeros. al desolado paraje de Chiriaco y ante la ferocidad de la granizada,con vientos cruzados, truenos y relámpagos, uno de los peregrinos pidió regresar de allí nomás a Jazán. El arquitecto, con su aplomo y optimismo habitual, dijo:" de aquí nadie regresa", "Todos adelante" "Los últimos serán los primeros" y continuaron su caminata.
NOTA DE RAMIRO SANCHEZ NAVARRO:Este ameno e ilustrativo testimonio del Profesor jumbillano Magno Castañeda López ha sido completado con algunas informaciones proporcionadas por informantes como los señores Manuel Bacalla Puerta, Arturo Guadalupe Morí y Elías Daza Pinedo. Gracias también al profesor Nilo Lévano Carbajal por precisar la fecha de su primera visita del arquitecto Belaunde a Jumbilla,señalada en mayo de 1962 y que también se alojó en la casa de su suegro Manuel Reyes Huamán Mori, la cual correspondió a la segunda campaña electoral del arquitecto Belaunde,que habia sido iguamente candidato en 1956.Este año marca el punto de partida en que se abocó a la tarea de visitar los pueblos y villorrios de todo el territorio patrio y con miras a la presidencia de la república.En las justas electorales de 1962 fue candidato para reemplazar en el cargo al presidente Manuel Prado Ugarteche(1956-1962) y en la que postularon también Víctor Raúl Haya de La Torre y Manuel A. Odría. Ganó la elección Víctor Raúl Haya de La Torre en las elecciones del 10 de junio de 1962, con 558, 237 =32.98 % de votos, frente a 543,828=32. 13% de Belaúnde y 481,404 =28.44% de Odría. En la madrugada del 18 de julio de 1962 la División Blindada del ejército derrocó al presidente Prado, a quien lo remitió al exilio. En su lugar se instaló una Junta Militar de Gobierno conformado por los generales Ricardo Pérez Godoy y Nicolás Lindley López, así como por el contralmirante Julio Vargas Prada. Esta junta convocó a nuevas elecciones en 1963, para cuyos comicios se presentaron los mismos candidatos de 1962. En las elecciones del 9 de junio de 1963 Fernando Belaúnde obtuvo 708,662 = 39,05% de votación, frente a 623,501.34=26% de Haya de La Torre y 463,085 =25.52% de Odría. Como se ve Belaúnde ganó en la segunda campaña
electoral. Belaunde se preocupó por integrar vialmente a todos los pueblos del Perú profundo y es uno de los pocos presidentes que llegó a conocer a fondo este pais de contrastes.

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